“LAS
DEFENSAS SOLARES”
20-02-2013.- 13hs.
Explicaremos
ahora cómo actuaron las Fuerzas Planetarias alineadas con la Evolución ante la embestida
sin alma de los “Reyes del Odio” (porque ese es uno de los nombres propios de
estos “virus” intrusos).
Cuando
la presencia nefasta de estas entidades se hizo efectiva en Urantia a través de
la mezcla genética con los humanos terrestres, los Señores Solares tomaron
medidas con el fin de recuperar los lineamientos evolutivos en Urantia, según
los patrones solares.
Como
sabéis, cuando vuestro cuerpo físico enferma, a veces la inclusión de ciertas
hierbas, minerales, o alimentos especiales, pueden reactivar las defensas y
fortalecer vuestro organismo para que el mismo pueda vencer a la enfermedad, y
a veces, cuando en ocasiones las defensas naturales del cuerpo no pueden contra
un determinado “virus” o “bacteria”, debéis inocular en vuestro organismo
“agentes especiales” para que se ocupen del problema. Tal es el caso de los
antibióticos que vuestra ciencia ha creado (que aunque no son lo mejor para el
organismo, pueden terminar eficazmente con el peligro de una grave enfermedad
infecciosa). Este ejemplo empleado aquí, aunque imperfecto, puede servir para
que entendáis cómo es que fue ayudado “el tejido humanidad” en el Cuerpo
Planetario de Urantia, al ser infectado por agentes patógenos extraños,
extraterráqueos.
La
verdad es esta: Fueron traídos al Cuerpo Planetario “anticuerpos solares”
desde regiones de Luz y Amor, para favorecer al reencauzamiento del proceso
evolutivo en la Tierra. Estos “anticuerpos
solares” son entidades extraterrestres y ultraterrestres vinculadas al Gran
Sol Central de la Vía Láctea y a sectores evolutivos más avanzados, como Sirio,
por ejemplo, así como de regiones extragalácticas (como Andrómeda). Desde estas
elevadas regiones de Luz, Conciencia y Vida Inteligente, descendieron como Rayos de Fuego
Dorado y Azul seres que, como soldados de la Voluntad Divina,
‘aterrizaron’ en la vida humana de Urantia.
El
llamado de auxilio del Señor de Urantia fue realizado al recibir la oscuridad
de la infección, y ese “llamado vibracional” fue recibido, en primer lugar, por
el Logos Solar de Monmatia (el sistema solar), y de allí, transferido en “Alta
Voz”, a la Hueste Mayor de la Vía Láctea. La respuesta al Llamado no se hizo
esperar, puesto que el descenso espiritual de miles de “soldados solares” fue
inmediato. La guerra entre el Bien y el Mal (que ya estaba presente en el
Universo) ya estaba instalada en Urantia: ya la gran lucha había comenzado… El
ser humano, como singular creación evolutiva en el planeta, estaba justo en
medio de tal contienda entre fuerzas: por un lado las fuerzas evolutivas
(solares o crísticas), y por el otro, las fuerzas involutivas (antisolares o
anticrísticas).
El
‘alma humana’ recibiría a partir de ese momento los efluvios energéticos de
ambas fuerzas, y tendría que decidir a cada instante, en forma permanente, a
qué fuerza obedecer. El argumento de las religiones cristianas que hablan de la
lucha interna en el hombre entre el bien y el mal, que como “ángel bueno” y
“ángel malo” soplan a sus respectivos oídos, es un símbolo que expresa tal
realidad.
En
estas transmisiones estamos “bajando” esos símbolos o mitos a una comprensión
más cercana a la realidad tal como es.
Esas
“fuerzas” existen; no son producto de la fantasiosa imaginación humana, sino la
expresión psicológica en el hombre de energías reales que pujan dentro de la
vida anímica.
El
hombre, estando dotado del libre albedrío, no puede ser obligado a obedecer los
impulsos divinos de la Suprema Voluntad al Bien que impele a la evolución. Por
lo tanto, en los primeros pasos del alma humana, las fuerzas involutivas
pudieron “manejar” y manipular al hombre inmaduro, según sus fines y con
determinado éxito. Pero a través del tránsito de sucesivas vidas de
experiencias y aprendizajes, las almas humanas comenzaron a despertar del sueño
hipnotizante de los sentidos físicos y a vislumbrar “un nuevo horizonte de
posibilidades”. En tal horizonte despunta un Sol radiante en el Amanecer de la
Conciencia… Este “SOL” es el Logos Divino llamando a las almas; Logos compuesto
por Llamas fulgurantes de Conciencia y Luz. Cuando tal vínculo es percibido,
interna aunque aún débilmente por el alma humana, recién allí, el hombre es
capaz de “DECIDIR”; recién en ese ‘instante evolutivo’ es capaz de hacer uso
real de su “libre albedrío. Antes…, solo fue un autómata de fuerzas ocultas que
no podía ver ni comprender, y menos aún dominar.
Cuando
tal grado evolutivo llega, lo cual ya ha acontecido en gran medida en la
humanidad de Urantia, el verdadero Libre albedrío puede activarse y la gran
Decisión tomarse.
Los
‘soldados solares’ venidos desde Antares, Sirio, Alción, Andrómeda, y tantos
otros sitios cósmicos, han hecho posible el despertar de la Raza, ya que si se
hubiese permanecido sin la ayuda angélica (extra y ultraterrestre) necesaria
ante la infección recibida, toda la humanidad hubiese sucumbido en la
involución sin retorno (perdiendo finalmente el Ego Sum o Ajustador Divino).
Gracias a la Voluntad y Acción mancomunada del Logos Planetario, el Logos
Solar, y tantos otros Logos Estelares del Universo hermanados fraternalmente,
el Plan Divino para Urantia fue ya rescatado. Resta ahora esperar la gran
resolución del Señor del Mundo para dar fin definitivo a la ‘enfermedad
planetaria’, eliminando radicalmente al “virus intruso”; pero esto solo
ocurrirá cuando el ser humano, al menos en parte, ‘despierte’ del sueño
material y ya no sucumba ante los espejismos proyectados por aquellas fuerzas; (esto
a la vez coincidirá con el Juicio Final).
Mientras
tanto, todo ha sido encausado nuevamente según el Plan Solar, pero la tarea no
finaliza…, y muy ardua es. Se necesitan nuevos obreros dedicados y conscientes
en los planos materiales para dar alivio a los incansables trabajadores que,
aún siendo pocos, hacen que todo marche sobre ruedas.
“Sobre las ruedas de un gran Corazón
unificado que late día y noche,
fluyen los procesos escalonados
evolutivos, en todos los planos”.
Encontrad
un momento de paz para meditar en estos temas.
Aprended
a ver las esencias!
Nuestra
Paz es vuestra.
Hermanos
Solares, a vuestro servicio.
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